estudio biblico de los moabitas

                               Introducción  

Isaías 16:14 - 18:7 

Los capítulos 15 y 16 de Isaías tratan sobre el juicio contra la nación de Moab. El capítulo 15 de Isaías, concretamente, se ocupa de la tercera profecía o carga, en esta ocasión, contra Moab. Esto podría parecer extraño, a la luz del hecho de que hubo sólo dos capítulos dedicados a Babilonia, y Babilonia fue la primera potencia mundial. Comparada con Babilonia, Moab puede parecernos muy insignificante. Pero en los días de Isaías, y, en realidad, anteriormente en el tiempo de David, esta tierra era muy importante, y un gran reino.

Los antecedentes de Moab fueron los siguientes. Fue la nación que provino de Lot como resultado de la relación incestuosa con su hijas . Moab, el hijo ilegítimo de esta vil relación, fue el padre de los moabitas. Este pueblo se convirtió en el enemigo obstinado y persistente de Israel. Balac, que fue rey de ese pueblo, contrató a Balaam, el profeta, para que maldijera a Israel, porque temía a los israelitas cuando pasaron por la tierra de Moab.

La romántica historia relatada en el libro de Rut está basada en una mujer de Moab. Esa mujer era una persona maravillosa. David era parte moabita, porque su padre Isaí era descendiente de Obed, el hijo de Rut y Booz. David tenía familiares en Moab y llevó a su padre y a su madre allí cuando el rey Saúl le estaba persiguiendo.


Profecía sobre Moab

15  Profecía sobre Moab. Cierto, de noche fue destruida Ar de Moab, puesta en silencio. Cierto, de noche fue destruida Kir de Moab, reducida a silencio.
Subió a Bayit y a Dibón, lugares altos, a llorar; sobre Nebo y sobre Medeba aullará Moab; toda cabeza de ella será rapada, y toda barba rasurada.
Se ceñirán de cilicio en sus calles; en sus terrados y en sus plazas aullarán todos, deshaciéndose en llanto.
Hesbón y Eleale gritarán, hasta Jahaza se oirá su voz; por lo que aullarán los guerreros de Moab, se lamentará el alma de cada uno dentro de él.
Mi corazón dará gritos por Moab; sus fugitivos huirán hasta Zoar, como novilla de tres años. Por la cuesta de Luhit subirán llorando, y levantarán grito de quebrantamiento por el camino de Horonaim.
Las aguas de Nimrim serán consumidas, y se secará la hierba, se marchitarán los retoños, todo verdor perecerá.
Por tanto, las riquezas que habrán adquirido, y las que habrán reservado, las llevarán al torrente de los sauces.
Porque el llanto rodeó los límites de Moab; hasta Eglaim llegó su alarido, y hasta Beer-elim su clamor.
Y las aguas de Dimón se llenarán de sangre; porque yo traeré sobre Dimón males mayores, leones a los a los que escaparen de Moab, y a los sobrevivientes de la tierra.a los que escaparen de Moab, y a los sobrevivientes de la tierra.

1-En cuantos años seria destruida

La nación, como tal,  que quedaria de moad .pero ahora Jehová ha hablado, diciendo: Dentro de tres años, como los años de un jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud; y los sobrevivientes serán pocos, pequeños y débiles. Pero, ¿quiénes son los modernos moabitas? Creemos que Moab es representativo de aquellos que hacen una profesión de ser hijos de Dios, pero en realidad no tienen una relación vital con Él (Hebreos 12:8).

 

2-¿Como fue destruida  moab?

Moab fue repentinamente destruida. Dice aquí de noche. El juicio sobre Moab cayó repentinamente. Esta expresión fue repetida dos veces para enfatizar el carácter inesperado de la tormenta que se abatió contra la nación. Sobrevino de noche, y su noche de llanto nunca terminó. Asiria destruyó a esta nación de una manera increíble y casi indescriptible. Fue como si hubieran barrido a Moab de la faz de la tierra.


3-¿Cuando fue destruida moad.?
Profecía sobre Moab. Cierto, de noche fue destruida Ar de Moab, puesta en silencio. Cierto, de noche fue destruida  reducida a silencio Isaias 15-1.

Y Moab será destruido hasta dejar de ser pueblo, porque se engrandeció contra Jehová.Jeremias 48-2.



4-2 Subió a Bayit y a Dibón, lugares altos, a llorar; sobre Nebo y sobre Medeba aullará Moab; toda cabeza de ella será rapada, y toda barba rasurada.
Se ceñirán de cilicio en sus calles; en sus terrados y en sus plazas aullarán todos, deshaciéndose en llanto.
Hesbón y Eleale gritarán, hasta Jahaza se oirá su voz; por lo que aullarán los guerreros de Moab, se lamentará el alma de cada uno dentro de él.
Mi corazón dará gritos por Moab; sus fugitivos huirán hasta Zoar, como novilla de tres años. Por la cuesta de Luhit subirán llorando, y levantarán grito de quebrantamiento por el camino de Horonaim.
Las aguas de Nimrim serán consumidas, y se secará la hierba, se marchitarán los retoños, todo verdor perecerá.
Por tanto, las riquezas que habrán adquirido, y las que habrán reservado, las llevarán al torrente de los sauces.
Porque el llanto rodeó los límites de Moab; hasta Eglaim llegó su alarido, y hasta Beer-elim su clamor.
Y las aguas de Dimón se llenarán de sangre; porque yo traeré sobre Dimón males mayores, leones a los a los que escaparen de Moab, y a los sobrevivientes de la tierra.
a los que escaparen de Moab, y a los sobrevivientes de la tierra.



2-¿Como  quedo  Moad.?
Profecía sobre Moab. Cierto, de noche fue destruida Ar de Moab, puesta en silencio. Cierto, de noche fue destruida Kir de Moab, reducida a silencio.Isaias  15-1.


3¿como serian los sobrevivientes de moad ?
-Esta es la palabra que pronunció Jehová sobre Moab desde aquel tiempo; pero ahora Jehová ha hablado, diciendo: Dentro de tres años, como los años de un jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud; y los sobrevivientes serán pocos, pequeños y débiles. Isaias-16-13-14.  


4-¿porque daba gritos el profeta Isaias?

En el versículo 5 del capítulo 15 destacamos la simpatía del profeta Isaías por Zoar. El juicio sobre esta nación fue tan serio que hasta el profeta se conmovió.

El capítulo 16 comenzó con una llamada final a Moab para que se aprovechara de la gracia que Dios había provisto para ese pueblo. En el versículo 1 vimos que un cordero debía ser enviado desde Moab a Israel para realizar allí una ofrenda sobre el altar. El cordero era el animal para el sacrificio que mejor describía a Cristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Si ellos enviaban un cordero, los del pueblo de Moab indicarían que reconocían al Dios de Israel. Pero ellos no lo enviaron. Los moabitas querían ser religiosos sin reconocer el hecho de que estaban sujetos a una voluntad superior y que eran pecadores ante Dios. Éste fue su gran pecado.

Y el versículo 6 del capítulo 16 destacó el empedernido orgullo de los moabitas. La razón por la cual Dios tuvo que rechazar y juzgar a Moab fue que su orgullo les había impulsado a rechazar el ofrecimiento de misericordia que Dios les había brindado. Dios los habría librado pero, ellos, en vez de volverse a Dios, confiaron en su propia justicia.

Recordemos también que en los versículos Jeremias  16-13 y 14 del capítulo se anunciaba:


4-Dios les dio el tiempo del castigo

El cumplimiento del juicio dentro de tres años Jemias 16-14.

"Esta es la palabra que pronunció Jehová sobre Moab desde aquel tiempo; pero ahora el Señor ha hablado, diciendo: Dentro de tres años, como los años de un jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud. Y los sobrevivientes serán pocos, pequeños y débiles."

Cuando Dios trata con las naciones que tienen que ver con Israel, Dios usa un calendario. Pero nunca lo hace con la Iglesia. Aquí Él dijo que dentro de 3 años los Moabitas serían destruidos; y a los 3 años, Dios usó a Asiria para destruir a esta nación. Fue el juicio divino sobre ellos a causa de su orgullo.


 4-El orgullo  

 La mayoría de las personas desean tener una religión hecha a su medida. Quieren hacer algo para salvarse, porque ello satisface el orgullo del corazón humano. A cada ser humano podrían aplicarse las palabras de Isaías 53:6, "cada cual se apartó por su camino". Y así, el juicio de Dios cayó sobre Moab, una nación remota, totalmente olvidada hoy, pero que nos ha dejado un mensaje.para que no seamos como ellos.



5-Los moabita eran asi

Soberbios ,Altivos  y mentirosos.
Hemos oído la soberbia de Moab; muy grandes son su soberbia, su arrogancia y su altivez; pero sus mentiras no serán firmes. Por tanto, aullará Moab, todo él aullará; gemiréis en gran manera abatidos, por las tortas de uvas de Kir-hareset. Isaias 16-6.7.

6-Pregunta: "¿Quiénes eran los moabitas?"

Respuesta: 
Los moabitas eran una tribu descendiente de Moab, hijo de Lot, quien nació de una relación de incesto con su hija mayor (Génesis 19:37). Desde Zoar, la cuna de esta tribu, en la frontera del sudeste del mar Muerto, se extendió gradualmente a lo largo de la región en el este de Jordania. Poco antes del éxodo, los guerreros amorreos cruzaron el Jordán bajo su rey Sehón y expulsaron a los moabitas de la región entre el valle del río Arnón y el río Jaboc, ocupándola y haciendo de Hesbón su capital. Los moabitas fueron entonces confinados en el territorio al sur del valle Arnón (Números 21:26-30).

Durante el éxodo, los israelitas no pasaron por Moab, sino a través del "desierto" hacia el este, llegando eventualmente el país al norte del río Arnón. Los moabitas fueron alarmados, y su rey, Balac, buscó la ayuda de los madianitas (Números 22:2-4). Esta fue la ocasión cuando se llevó a cabo la visita de Balaam a Balac (Números 22:2-6).

En los llanos de Moab, que estaba en manos de los amorreos, los hijos de Israel acamparon por última vez antes de que entraran en la tierra de Canaán (Números 22:1; Josué 13:32). Fue en la cumbre de Pisga, que Moisés, el profeta más poderoso, contempló la tierra prometida; fue aquí en Nebo que tuvo su solitaria muerte; fue aquí en el valle enfrente de Bet-peor donde fue enterrado (Deuteronomio 34:5-6).

Una piedra de basalto, que lleva una inscripción del rey Mesha, fue descubierta en Dibón en 1886, por Klein, un misionero alemán en Jerusalén. Esta piedra estaba compuesta de treinta y cuatro líneas escritas en caracteres fenicio y hebreo. La piedra fue puesta por Mesha alrededor del año 900 a.C., como un registro y un memorial de sus victorias. Registra las guerras de Mesha con Omri, sus construcciones públicas, y sus guerras contra Horonaim. Esta inscripción complementa y corrobora la historia del rey Mesha que se registra en 2 Reyes 3:4-27. Es la inscripción más antigua escrita en caracteres alfabéticos y, además de su valor en el ámbito de las antigüedades hebreas, es de gran importancia lingüística.

Quizás Rut fue el personaje bíblico más importante que vino de Moab, quien fue "una de las mujeres de Moab", pero que estaba genéticamente vinculada a Israel a través de Lot, el sobrino de Abraham (Rut 1:4; Génesis 11:31; 19:37). Rut es un ejemplo de cómo Dios puede cambiar una vida y llevarla en una dirección que Él ha predeterminado, y vemos que Dios está obrando Su plan perfecto en la vida de Rut, así como lo hace con todos Sus hijos (Romanos 8:28). Aunque ella venía de un trasfondo pagano en Moab, una vez conoció al Dios de Israel, ella se convirtió en un vivo testimonio de Él por la fe. Rut, la moabita, es una de las pocas mujeres que se mencionan en la genealogía del Señor Jesucristo (Mateo 1:5).


7-Historia de los moabitas


MOAB, MOABITAS


1. Hijo que Lot tuvo con su hija mayor. Al igual que su medio hermano Ammón, Moab fue concebido después que Lot y sus hijas partieran de Zóar y se instalaran en una cueva de la región montañosa cercana. Moab se convirtió en el antepasado de los moabitas. (Gé 19:30-38.)

2. Al territorio que antiguamente habitaban los moabitas se le llamaba “Moab” y también “el campo [o, los campos] de Moab”. (Gé 36:35; Nú 21:20; Rut 1:2; 1Cr 1:46; 8:8; Anteriormente habían residido en esa tierra los emim, pero es posible que los moabitas los expulsaran. (Dt 2:9-11; compárese con los vss. 18-22.) Cuando terminó el período que pasó Israel vagando por el desierto, el territorio de Moab probablemente se extendía desde el valle torrencial de Zered, al S., hasta el valle torrencial de Arnón, al N. (una distancia de unos 50 Km.); el mar Muerto formaba el límite occidental y el desierto de Arabia, un límite oriental no definido. (Nú 21:11-13; Dt 2:8, 9, 13, 18, 19.) Esta región es principalmente una meseta, atravesada por desfiladeros, que se eleva abruptamente desde el mar Muerto hasta alcanzar una altitud media de unos 900 m. sobre el nivel del mar Mediterráneo. Antiguamente había en Moab suficientes pastos para alimentar a rebaños enormes (2Re 3:4), así como viñas y huertos (compárese con Isa 16:6-10; Jer 48:32, 33), y también se cultivaba grano. (Compárese con Dt 23:3, 4.)

En un tiempo anterior la tierra de Moab se extendía hacia el N. del Arnón y abarcaba las “llanuras desérticas de Moab, al otro lado del Jordán desde Jericó”. (Nú 22:1.) Pero antes de la llegada de los israelitas, el rey amorreo Sehón se anexionó esta región, de modo que el Arnón se convirtió en el límite septentrional de Moab. (Nú 21:26-30; Jue 11:15-18.) Sehón derrotó también a los ammonitas y los hizo retroceder hacia el N. y el E. El territorio que los amorreos conquistaron a estos dos pueblos formó una división entre Moab y Ammón, e hizo que Moab limitase al N. con el territorio amorreo y al S. con el edomita. (Jue 11:13, 21, 22; compárese con Dt 2:8, 9, 13, 14, 18.) El territorio de Moab abarcó una extensión máxima de aproximadamente 100 Km. de N. a S. y 40 Km. de E. a O.

Parte del territorio amorreo había pertenecido anteriormente a Moab, por lo que quizás se le continuó llamando “la tierra de Moab”. (Dt 1:5.) En esta tierra acampó Israel antes de cruzar el Jordán. (Nú 31:12; 33:48-51.) En esta misma zona se realizó un nuevo censo de los israelitas físicamente capacitados mayores de veinte años. (Nú 26:2-4, 63.) También se recibieron allí mandatos divinos y decisiones judiciales con relación a las ciudades levitas, las ciudades de refugio y las herencias. (Nú 35:1–36:13.) Asimismo, en este lugar pronunció Moisés sus últimos discursos y celebró con Israel un pacto de fidelidad a Jehová. (Dt 1:1-5;29:1.) Finalmente, Moisés ascendió al monte Nebo para contemplar la Tierra Prometida, y allí murió. Israel estuvo de duelo por Moisés durante treinta días en las llanuras desérticas de Moab. (Dt 32:49, 50; 34:1-6, 8.)

Las relaciones de Moab con Israel. Como descendientes de Lot, sobrino de Abrahán, los moabitas estaban emparentados con los israelitas. Sus idiomas eran muy similares, como puede comprobarse en las inscripciones de la Piedra Moabita, y parece que los moabitas practicaban la circuncisión al igual que los israelitas. (Jer 9:25, 26.) Sin embargo, salvo pocas excepciones, como los casos de Rut e Itmá, uno de los hombres poderosos del rey David (Rut 1:4, 16, 17; 1Cr 11:26, 46), los moabitas fueron enemigos acérrimos de Israel.
Antes de que Israel entrase en la Tierra Prometida. En la canción de Moisés que narra cómo Jehová acabó con el poderío militar egipcio en el mar Rojo, se anunciaba que las noticias de este acontecimiento harían que los “déspotas de Moab” temblasen. (Éx 15:14, 15.) El temor de los moabitas se ve confirmado por el hecho de que unos cuarenta años después el rey de los moabitas no consintió en que Israel pasara en paz por sus dominios. (Jue 11:17.) Sin embargo, debido a un mandato directo de Dios, los israelitas no atacaron a los moabitas, sino que al llegar al límite meridional de Moab en el valle torrencial de Zered, se desviaron y no pasaron por su territorio. (Nú 21:11-13; Dt 2:8, 9; Jue 11:18.) Aunque los moabitas vendieron alimento y agua a los israelitas (Dt 2:26-29), “no [fueron] en socorro de [Israel] [...] con pan y agua”. (Dt 23:3, 4.) Estas palabras probablemente quieren decir que los moabitas no los recibieron con hospitalidad ni les dieron provisiones, a no ser con el fin de conseguir alguna ganancia.
Después de cruzar el valle torrencial de Arnón, Israel se enfrentó con los amorreos, dirigidos por el rey Sehón, quien se había apoderado con anterioridad del territorio moabita al N. del Arnón. Después de las victorias que Dios les concedió sobre este gobernante y sobre el rey Og de Basán, los israelitas acamparon en las llanuras desérticas de Moab. (Nú 21:13, 21–22:1; Dt 2:24–3:8.) El enorme campamento israelita atemorizó a los moabitas y a su rey Balac, e hizo que sintieran un pavor mórbido. Aunque Balac no pretendía reclamar el territorio moabita que los israelitas habían conquistado a los amorreos, temía, sin embargo, por su reino. Por lo tanto, consultó a los ancianos de Madián y luego envió mensajeros, ancianos de Moab y de Madián, para contratar al profeta Balaam con el fin de que acudiese a maldecir a Israel. (Nú 22:2-8; compárese con Jue 11:25.) Así fue como Balac ‘peleó’ contra los israelitas. (Jos 24:9.) Sin embargo, Jehová hizo que Balaam bendijese a Israel e incluso que predijese que Israel dominaría a Moab. (Nú 23, 24; Jos 24:10; Ne 13:1, 2; Miq 6:5.) Seguidamente, a instancias de Balaam, se valieron de mujeres moabitas y madianitas para hacer que los varones israelitas cometieran inmoralidad y adoraran al Baal de Peor. Muchos israelitas sucumbieron ante esta tentación, por lo que provocaron la cólera de Jehová y la consiguiente muerte de 24.000 hombres. (Nú 25:1-3, 6, 9; 31:9, 15, 16.) Por no suministrar pan y agua para ayudar a los israelitas y además contratar a Balaam para que maldijese a Israel, se prohibió a los moabitas entrar en la congregación de Jehová “hasta la décima generación misma”. (Dt 23:3, 4; véase AMMONITAS [Se casan con israelitas].)
En la época de los jueces. Parece ser que durante el período de los jueces los moabitas extendieron su territorio hacia el N. del Arnón, y durante el reinado de su rey Eglón, ocuparon el territorio israelita al O. del Jordán, por lo menos hasta la “ciudad de las palmeras”, Jericó. (Jue 3:12, 13; compárese con Dt 34:3.) El sometimiento de Israel a Moab continuó durante dieciocho años, hasta que Ehúd, un benjamita zurdo, mató al rey Eglón durante una audiencia privada con él. Luego Ehúd dirigió a los israelitas contra los moabitas, y como resultado, lograron subyugarlos y derribar a unos 10.000 de ellos. (Jue 3:14-30.)
Durante ese mismo período, un hambre que hubo en Judá hizo que Elimélec emigrara a la tierra de Moab, que era más fértil, junto con su esposa Noemí y sus dos hijos, Mahlón y Kilión. Allí sus hijos se casaron con dos moabitas, llamadas Orpá y Rut. Los tres hombres murieron en Moab, y cuando mejoraron las condiciones en Israel, Noemí regresó a Belén en compañía de Rut. Fue allí donde Boaz, un pariente de Elimélec, se casó con Rut, quien había abandonado el politeísmo de los moabitas y se había convertido en adoradora de Jehová. De este modo la moabita Rut llegó a ser antepasada de David y, por lo tanto, de Jesucristo. (Rut 1:1-6, 15-17, 22; 4:13, 17.)
También en la época de los jueces, los israelitas comenzaron a venerar las deidades de los moabitas, entre ellas el dios Kemós (Jue 10:6; Nú 21:29; Jer 48:46), de modo que perdieron el favor de Jehová por adoptar la adoración falsa de los pueblos vecinos, y, como resultado, sufrieron a manos de sus enemigos. (Jue 10:7-10.) Incluso en tiempos de Samuel, los moabitas siguieron hostigando al infiel Israel. (1Sa 12:9-11.)
Durante los reinados de Saúl, David y Salomón. Los problemas con los moabitas continuaron durante años. El primer rey de Israel, Saúl, guerreó contra ellos y salió victorioso. (1Sa 14:47.) Por esta causa, los moabitas consideraron enemigo a Saúl, así que es lógico que el rey de Moab accediese a que los padres de David, a quien Saúl había proscrito, morasen en Mizpé de Moab. (1Sa 22:3, 4.)
Más tarde, durante el reinado de David, también hubo guerras entre Israel y Moab. David sometió completamente a los moabitas y los obligó a pagar tributo. Tras la victoria se ejecutó a las dos terceras partes de los combatientes de Moab. Parece que David hizo que se tumbaran en fila en el suelo, y a continuación midió la fila para determinar qué dos terceras partes deberían ser ejecutadas y cuál sería la tercera parte que seguiría viva. (2Sa 8:2, 11, 12; 1Cr 18:2, 11.) Posiblemente fue durante esta misma batalla cuando Benaya, hijo de Jehoiadá, “derribó a los dos hijos de Ariel de Moab”. (2Sa 23:20; 1Cr 11:22.) Esa victoria decisiva de David sobre los moabitas cumplió la profecía que Balaam había pronunciado más de cuatrocientos años antes: “Una estrella ciertamente saldrá de Jacob, y un cetro verdaderamente se levantará de Israel. Y él ciertamente partirá las sienes de la cabeza de Moab y el cráneo de todos los hijos de tumulto de guerra”. (Nú 24:17.) Es probable que el salmista se refiriera a esta victoria cuando declaró que Dios consideraba a Moab como la “vasija” en la que se lavaba. (Sl 60:8; 108:9.)
Sin embargo, Salomón, hijo de David, desobedeció la ley de Dios y se casó con moabitas que no adoraban a Jehová. A fin de agradarlas, edificó un lugar alto a su dios Kemós, que no se inutilizaría para el culto hasta tres siglos después, durante el reinado de Josías. (1Re 11:1, 7; 2Re 23:13.)
Hasta el exilio de Judá. Algún tiempo después de que el reino de Israel se separó de Judá, parece que los moabitas recuperaron parte del territorio situado al N. del Arnón. En la estela negra de basalto conocida como la Piedra Moabita, Mesá, el rey de Moab, menciona que el rey Omrí de Israel tomó posesión de la región de Medebá. Como la meseta de Medebá estaba en el territorio de Rubén (Jos 13:15, 16), es posible que Israel perdiera este territorio ante los moabitas, por lo que Omrí tuvo que reconquistarlo más tarde.
Según parece, Moab permaneció sometido a Israel durante los reinados de Omrí y Acab, pero tras la muerte de este último, el rey Mesá de Moab, quien “pagó al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros sin esquilar”, se sublevó. (2Re 1:1; 3:4, 5.) La Piedra Moabita conmemora esta sublevación. (GRABADO, vol. 1, pág. 946.) Si es correcta la identificación de estas ciudades con los lugares bíblicos, es seguro que diez de las ciudades que el rey Mesá afirma haber sojuzgado, capturado o reedificado estaban en el territorio israelita al N. del Arnón. Estas ciudades son: Dibón, Atarot, Aroer, Quiryataim, Nebo, Baal-meón (Nú 32:34, 37, 38), Medebá, Bamot-baal, Jáhaz (Jos 13:9, 17-19) y Bézer (Jos 20:8).
En contraste con la inscripción propagandística de Mesá, las Escrituras informan que los moabitas sufrieron una derrota humillante. Contando con la ayuda del rey Jehosafat de Judá y del rey de Edom para reprimir la sublevación moabita, Jehoram (que ascendió al trono de Israel unos dos años después de la muerte de Acab) marchó contra Moab desde el S., por el desierto de Edom. Pero los ejércitos aliados y sus animales casi perecieron por falta de agua. De modo que buscaron la ayuda del profeta Eliseo, y en cumplimiento de su profecía sobre la ayuda que Jehová les daría a causa de Jehosafat, el valle torrencial se llenó de agua. A la mañana siguiente, el reflejo del Sol sobre el agua hizo que a los moabitas les pareciese sangre, y al suponer erróneamente que los ejércitos aliados se habían dado muerte unos a otros, prescindieron de toda precaución y entraron en el campamento israelita, pero tuvieron que darse a la fuga. En el transcurso de la batalla, los ejércitos aliados destruyeron las ciudades moabitas, sembraron de piedras sus campos de cultivo, talaron los árboles y cegaron los manantiales. Cuando el rey Mesá se encontró acorralado en la ciudad de Quir-haréset y vio que perdía la batalla, intentó abrirse paso hacia el rey de Edom con 700 hombres, pero sin éxito. Finalmente tomó a su hijo primogénito y lo ofreció como sacrificio quemado sobre el muro. Por esta o por alguna otra razón, “llegó a haber gran indignación contra Israel” y se abandonó el sitio. (2Re 3:6-27.)
Debido a que esta derrota humillante no ocurrió en terreno extranjero, sino que devastó la propia tierra de Moab, es razonable que se requiriese un considerable período de tiempo para que la nación se recuperara. Por tanto, tuvo que ser en una fecha anterior durante el reinado de Jehosafat, cuando Moab combinó sus fuerzas con las de Ammón y las de la región montañosa de Seír para atacar a Judá. Debido a la intervención de Jehová, los tres ejércitos lucharon entre sí y se autodestruyeron. (2Cr 20:1, 22-24.) Algunos eruditos creen que en el Salmo 83:4-9 se hace referencia a este acontecimiento. (Compárese 2Cr 20:14 con Sl 83, encab.)
La enemistad entre Moab e Israel continuó durante los años siguientes. Después de la muerte del profeta Eliseo, había partidas merodeadoras de moabitas que invadían Israel con cierta frecuencia. (2Re 13:20.) Unos dos siglos después, en el tiempo de Jehoiaquim, partidas similares de moabitas contribuyeron al debilitamiento de Judá durante sus últimos años. (2Re 24:2.) Cuando Jerusalén fue destruida en 607 a. E.C., los judíos buscaron refugio en Moab, y regresaron a Judá cuando se nombró gobernador a Guedalías. (Jer 40:11, 12.)
Después del exilio. Después que un resto israelita volvió del exilio en Babilonia en 537 a. E.C., algunos tomaron esposas moabitas. Pero, ante la admonición de Esdras, las despidieron junto con sus hijos. (Esd 9:1, 2; 10:10, 11, 44.) Nehemías se encontró años más tarde con una situación similar, pues muchos israelitas habían tomado esposas moabitas. (Ne 13:1-3, 23.)
Moab en la profecía. En consonancia con su larga historia de oposición a Israel, a Moab se le menciona entre los enemigos acérrimos del pueblo de Jehová. (Compárese con Isa 11:14.) Condenado por vituperar a Israel y por su orgullo y altivez, finalmente quedaría desolado como Sodoma. (Sof 2:8-11; véase también Jer 48:29.) Ya a finales del siglo IX a. E.C., Amós escribió que Moab sufriría calamidad porque “quemó los huesos del rey de Edom para cal”. (Am 2:1-3.) Aunque hay quien interpreta, basándose en estas palabras, que 2 Reyes 3:26, 27se refiere a que el rey Mesá ofreció al primogénito del rey de Edom, no a su propio hijo, esto no es muy probable. Sin embargo, hay una tradición judía que enlaza el acontecimiento mencionado por Amós con la guerra librada contra Mesá, y afirma que después de este conflicto los moabitas desenterraron los huesos del rey de Edom y los quemaron para cal. No obstante, el registro bíblico no permite determinar cuándo ocurrió este suceso.
Para cuando murió el rey Acaz, mientras dominaba la potencia asiria, en el siglo VIII a. E.C., Isaías (caps. 15 y 16) mencionó una serie de ciudades moabitas que sufrirían calamidad, y concluyó con las palabras: “Y ahora Jehová ha hablado, y dicho: ‘Dentro de tres años, conforme a los años de un trabajador asalariado, a la gloria de Moab también se tiene que deshonrar con mucha conmoción de toda suerte, y los que queden serán muy pocos, no poderosos’”. (Isa 16:14.)
Los registros históricos no permiten situar con precisión en la corriente del tiempo el cumplimiento de las profecías de Isaías y Amós. Sin embargo, hay pruebas de que Moab estuvo bajo el yugo de Asiria. El rey asirio Tiglat-piléser III menciona a Salamanu de Moab entre los que le pagaron tributo. Senaquerib afirma haber recibido tributo de Kammusunadbi, el rey de Moab. Y los monarcas asirios Esar-hadón y Asurbanipal dicen que los reyes moabitas Musuri y Kamashaltu estaban sometidos a ellos. (Ancient Near Eastern Texts, edición de J. B. Pritchard, 1974, págs. 282, 287, 291, 294, 298.) Además, hay hallazgos arqueológicos que indican que muchos lugares de Moab quedaron despoblados alrededor del siglo VIII a. E.C.
La profecía de Jeremías del siglo VII a. E.C. señaló al tiempo en que Jehová se valdría de los babilonios, acaudillados por Nabucodonosor, para pedir cuentas a Moab. (Jer 9:25, 26; Jer 25:8, 9, 17-21; 27:1-7.) Muchas ciudades moabitas iban a quedar completamente desoladas. (Jer 48.) Es probable que con motivo de la ejecución del juicio de Jehová contra Judá por medio de los babilonios, los moabitas dijesen: “¡Mira! La casa de Judá es como todas las otras naciones”. Por no haber reconocido que el juicio realmente era de Dios y que los habitantes de Judá eran su pueblo, los moabitas serían destruidos y así ‘llegarían a conocer a Jehová’. (Eze 25:8-11; compárese con Eze 24:1, 2.)
El historiador judío Josefo escribe que en el quinto año después de haber desolado Jerusalén, Nabucodonosor volvió para guerrear contra Celesiria, Ammón y Moab, y después atacó Egipto. (Antigüedades Judías, libro X, cap. IX, sec. 7.) Los hallazgos arqueológicos confirman la desolación de Moab, como dice The Interpreter’s Dictionary of the Bible: “La investigación arqueológica ha mostrado que desde aproximadamente los comienzos del siglo VI, Moab estuvo despoblada en su mayor parte, y muchos sectores desde el siglo VIII. Desde el siglo VI en adelante, hubo grupos nómadas por esa tierra, hasta que en los últimos siglos antes de Cristo, los factores políticos y económicos volvieron a hacer posible la vida sedentaria” (edición de G. A. Buttrick, 1962, vol. 3, pág. 418; compárese con Eze 25:8-11).
Posteriormente, en cumplimiento de Jeremías 48:47, Ciro, el conquistador de Babilonia, permitiría que los exiliados moabitas regresasen a su tierra natal.
No se puede negar que las profecías que tienen que ver con Moab se cumplieron con exactitud. Hace siglos que los moabitas dejaron de existir como pueblo. (Jer 48:42.) Actualmente solo quedan ruinas de lo que se cree que fueron ciudades moabitas, como: Nebo, Hesbón, Aroer, Bet-gamul y Baal-meón, y muchos otros lugares son desconocidos.
La única explicación que existe sobre la desaparición del pueblo moabita se halla en la Biblia. La edición de 1959 de la Encyclopædia Britannica (vol. 15, pág. 629) observó: “Israel siguió siendo una gran potencia, mientras que Moab desapareció. Es cierto que las hordas procedentes del desierto acosaron continuamente a Moab —era una tierra desguarnecida, como puede verse por el sistema defensivo: las ruinas de fortalezas y castillos que incluso los romanos se vieron obligados a construir—, pero la explicación de su desaparición ha de buscarse en Israel, especialmente en la obra de los profetas”.
En vista de que los moabitas han desaparecido como pueblo, el que en Daniel 11:41 se incluyera a Moab entre las naciones que estarían en el “tiempo del fin” (Da 11:40) ha de entenderse lógicamente en sentido figurado. Los moabitas aparentemente se refieren a algunas de las naciones que “el rey del norte” no logra someter a su control.

8-Los tres  pecados de los moabitas.

1Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque 
 quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos.Amos 3-1. 

4Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.Amos 2-4.

Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos Amos 2-6. Pisotean en el polvo de la tierra las cabezas de los desvalidos, y tuercen el camino de los humildes; y el hijo y su padre se llegan a la misma joven, profanando mi santo nombre Amos 2-7Sobre las ropas empeñadas se acuestan junto a cualquier altar; y el vino de los multados beben en la casa de sus dioses.Amo2-8.

9-Dios  le dio tres  años para arrepentirse  a  Moad.

pero  no se arrepintieron  Dios es un Dios de misericordia.
pero ahora Jehová ha hablado, diciendo: Dentro de tres años, como los años de un jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud; y los sobrevivientes serán pocos, pequeños y débiles.Jeremias 16-14.


                                                 Castigo   de los Moabitas
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                                             conclusion

8Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto dijo Moab y Seir: He aquí la casa de Judá es como todas las naciones; 9por tanto, he aquí yo abro el lado de Moab desde las ciudades, desde sus ciudades que están en su confín, las tierras deseables de Bet-jesimot, Baal-meón y Quiriataim, 10a los hijos del oriente contra los hijos de Amón; y la entregaré por heredad, para que no haya más memoria de los hijos de Amón entre las naciones. 11También en Moab haré juicios, y sabrán que yo soy Jehová.Ezequiel 25-8-11.
Aunque los moabitan seria castigados los pocos que  quedaran segun la profecia  y la promese de 
20Y murió Eliseo, y lo sepultaron. Entrado el año, vinieron bandas armadas de moabitas a la tierra. 21Y aconteció que al sepultar unos a un hombre, súbitamente vieron una banda armada, y arrojaron el cadáver en el sepulcro de Eliseo; y cuando llegó a tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió, y se levantó sobre sus pies.

22Hazael, pues, rey de Siria, afligió a Israel todo el tiempo de Joacaz. 23Mas Jehová tuvo misericordia de ellos, y se compadeció de ellos y los miró, a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob; y no quiso destruirlos ni echarlos de delante de su presencia hasta hoy.2 de reyes 20 -13-22.
El profeta  Daniel  profetizo sobre los  Moabitas y el porque  algunos  vivirian pero al fin de los dias como lo dijo el profeta Jeremias.
Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará. 41Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán; mas éstas escaparán de su mano: Edom y Moab, y la mayoría de los hijos de Amón Jeremias 40-10-11.

Pero haré volver a los cautivos de Moab en lo postrero de los tiempos, dice Jehová. Hasta aquí es el juicio de Moab.Jeremias 48-7.

Amado amigo si nos arrepentimos y  obedecemos los mandamientos de Dios  podemos recibir la misericordia  de Dios. Usted puede confesar los pecados a Nuestro salvador  y arrepentirse de todo pecado diciendo Señor  Jesus  perdoname limpiame de todo  pecado Amen.

                                           la restauracion de los moabitas


 1Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz.

Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.

Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec. Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. Y ellos respondieron: Jehová te bendiga. Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven?
6Y el criado, mayordomo de los segadores, respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab; y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento.Rut-2-1-7

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